Tarta Navideña

Desde Mi Laboratorio, deseo que hayáis pasado unos días estupendos con vuestros seres queridos y que los días que quedan (que aun son muchos, je je) sean igual o más de especiales.

Y ¿que mejor manera de celebrar estas fechas navideñas que con una estupenda tarta?

Esta tarta tiene como base la Tarta de chocolate y nubes que ya publiqué anteriormente. Cuando me la encargaron les sugerí que la tarta podría quedar también bien con una decoración navideña, en lugar de con las nubes ya mencionadas. A ellos también les encantó la idea y finalmente quedaron muy contentos con el resultado.

¿Vosotros habéis hecho muchas recetas navideñas? ¡Contadme!

Vamos con la receta:

Para el bizcocho, el relleno y la cobertura, podeis ver la receta aquí.

Para la decoración: 

INGREDIENTES:

Para la buttercream teñida:

-250gr. de mantequilla a temperatura ambiente.

-325gr. de azúcar glass.

-1 cucharadita de postre de extracto de vainilla.

-3 cucharadas soperas de leche.

-Colorante alimentario en gel.

Tamizamos el azúcar glass y lo ponemos en un bol junto con el resto de ingredientes. Batimos con unas varillas eléctricas bastante tiempo hasta que quede una especie de crema o pomada blanquecina, homogénea y muy suave. Mucho cuidado al batir porque manchareis toda la cocina (¡y a vosotrxs!), así que mi consejo es que mientras lo hacéis tapeis el bol con un trapo en la medida de lo posible.

Para teñirlo, lo separais en dos y lo mezcláis con el colorante deseado.

Os sobrará butercream, así que podéis hacer unos cupcakes con ella.

Podéis decorarlo como querais. Yo lo hice en dos círculos con una boquilla 1m de wilton (la misma que se usa para los cupcakes), emulando matorrales chiquitillos de los dos colores más navideños: verde y rojo. Pero también podéis cubrir toda la tarta con la buttercream verde, como si fuera musgo, o mil ideas más que se os ocurran. 

Para el abeto navideño, necesitaremos:

-1 cono de barquillo de helado.

-Chocolate de cobertura.

-Sprinkles o virutas color verde.

Hacemos el chocolate de cobertura al baño María con un poco de mantequilla y sin que entre ni una sola gota de agua.

Una vez listo el chocolate, lo volcamos sobre el cono cono hasta que esté completamente chocolateado.

Cuando lo hayamos cubierto del todo, lo ponemos a secar, si puede ser inclinado mejor, para que suelte todo el chocolate sobrante. 

Dejamos enfriar unos minutos y ponemos los sprinkles o virutillas.

Finalmente lo metemos en la nevera y lo colocamos en la tarta cuando este bien endurecido.

¡¡¡Y ya la tenemos lista!!! Os recomiendo que la saqueis del frigo un ratito antes de consumirla, pues el buttercream queda mejor a temperatura ambiente. Espero que os haya gustado y que probéis a hacerla y luego, ya sabéis....Contarnos!

Un gran saludo desde Mi Laboratorio.

Cake Pops.

Aunque las recetas de navidad son las más predominantes en estos momentos, me parece que la navidad es la típica época en la que, además de las fiestas concretas (nochebuena, navidad, san esteban,  etc...), se celebran muchas reuniones sociales.

Cenas con amigos, comidas con familia, almuerzos con compañeros de trabajo...Para los que nos gusta realizar dulces para estas celebraciones, nos encontramos en muchas ocasiones con que una tarta quizá es demasiado...unas galletas quizá son demasiado poco...

¿No os ha pasado esto nunca? A mi muchísimas veces. Hasta que descubrí los cake pops.

Los cake pops no son otra cosa que unas mini tartas (de uno o dos bocados), muy ricas y sobretodo muy vistosas. Puedes decorarlas con todo lo que tu imaginación permita y además son muy comodas de comer (para fiestas de pie, por ejemplo).

En esta ocasión os he traido unas sencillas y monas, porque muchas veces en la sencillez está el acierto.

Pero se puede decorar también con chocolate de colores, candy melts y sobretodo se puede decorar con fondant, realizando formas animales, por ejemplo. Otra manera muy bonita de decorarlas es dandole múltiples formas a la bolita: forma de corazón, de estrella...

¿Os animais a experimentar y a explicarnos que tal resultó?

Pues para ello, ahí va la receta.

INGREDIENTES:

-1 bizcocho, por ejemplo este. También podeis usar algún bizcocho roto, restos de magdalenas, etc.
-Cualquier frosting (como la cheescream que empleé en esta receta, un buttercream corriente o incluso una crema de cacao comercial).
-Chocolate de cobertura blanco y negro.
-Un poco de mantequilla.
-Palitos para cocina: para chupa chups, para bombones, de papel, de plástico...incluso los palitos empleados para brochetas.
-Spinkles, fondant, o lo que queráis para decorar.

Desmigamos el bizcocho, las magdalenas o lo que hayamos escogido, en un bol. Vertemos un poco del frosting o producto elegido y vamos amasando hasta que quede una masa compacta y pegajosa.

Comenzamos a hacer las bolitas. Os recomiendo que no sean muy grandes, que en un bocado o dos se puedan comer.

Hechas todas las bolitas las metemos al congelador un par de horas.

Mientras, vamos fundiendo el chocolate de cobertura. Lo fundimos al baño maría con mucho cuidado de que ni una sola gota de agua caiga en el chocolate. Recordad que el agua es el peor enemigo del chocolate. Cuando este casi fundido ponemos un pedacito de mantequilla y removemos hasta que quede todo como un chocolate derretido. Hacer lo mismo con el blanco.

Cuando el chocolate esté listo, ir introduciendo los palitos en el chocolate, solo la punta que vayamos a insertar en la bola. Una vez chocolateada la punta del palito lo clavamos en las bolitas hasta la mitad. Realizado este procedimiento, meteremos en el frigorífico bastante tiempo. Mínimo dos horas, pero cuanto más mejor. Esto lo hacemos para que al decorarlas, no se desprendan del palo.

Cuando el tiempo de enfriado haya finalizado, volvemos a calentar el chocolate (o los chocolates). La manera de chocolatear las bolas es sujetar el extremo opuesto del palo mientras introducimos el extremo que tiene la bola dentro del chocolate derretido. Para chocolatear uniformemente, una vez la bola este dentro del chocolate, la vamos girando sobre si misma hasta que esté toda ella chocolateada.

Realizado esto, dejamos por unos segundos que nuestro cake pop gotee el chocolate restante manteniendolo en posición horizontal. Terminada esta operación, llega el momento de decorarlo. Yo os recomiendo que los spinkles, virutillas o lo que sea con lo que los querais decorar, los pongais ahora en forma de lluvia, o lo que es lo mismo, sujentando con una mano el palito y "espolvoreando" con la otra.

Cuando ya esté sin sobrante y decorado hemos de refrigerarlo durante el máximo de tiempo posible, yo lo tuve más de 24 horas, para que el chocolate endurezca y quede brillante. A no ser que tengamos un soporte especial para los cake pops (los que venden para tal fin, los caseros de corcho blanco, etc...) es algo complicado mantenerlos en el refrigerador sin que se destroce el chocolate hasta su completo secado. Yo lo hago a mi estilo casero, que no es otra cosa que en una taza de desayuno del tipo cilíndrica, meter dos o tres y dejarlos reposar apoyados (como recostados) en el palito.

Pasado este tiempo, podemos disfrutar de nuestros cake pops.

Si los vais a servir en vuestra casa, yo os recomiendo comprar un trozo de corcho blanco o poliestileno expandido, forrarlo con papel de regalo o papel de plata y clavar ahí nuestros cake pops, que darán un toque de distinción a cualquier celebración.

Bueno, se acercan muchos días de reuniones y espero que os animéis a realizar estos pequeños bocados. Y como siempre, que os decidáis a realizarlos por vosotrxs mismxs. Y que nos conteis que tal os han resultado. Y si tenéis alguna duda, aquí me tenéis.

Un gran saludo desde Mi Laboratorio.

Carrot Cake.

He de confesar que ante esta receta no soy naaada objetiva. Si, estamos ante mi tarta preferida.

Para ser sinceros, tengo dos tartas preferidas. Ésta que hoy os enseño y la famosa Tarta Satcher, que he tenido el placer de hacer en varias ocasiones.

Como digo, las dos luchan cuerpo a cuerpo para ser mis preferidas, aunque soy totalmente incapaz de elegir una. ¿Os pasa?, ¿tenéis una tarta preferida?, ¿acaso sois indecisxs como yo y teneis varias? ¡Contadme!

La carrot cake es conocida en España sobretodo por ser ofrecida en una famosa cadena de cafes cuyo logotipo es verde (jeje). He de reconocer que la tarta de este establecimiento está muy bien conseguida y ha sido a partir de ella y de las que he podido probar en mis viajes a paises anglosajones, por la que fui haciendo pruebas hasta llegar a la tarta de zanahoria definitiva que hoy os muestro.

La carrot cake es una tarta muy común en los países anglosajones. Tiene, en mi opinión, una ventaja y es que puede servir como bizcocho para el desayuno o como tarta festiva si le añadimos el delicioso frosting.

A mucha gente le llama la atención el uso de verduras y hortalizas para la repostería. Esto es muy común en la repostería anglosajona y ya iréis viendo que a mi me encanta. La verdura y las hortalizas dotan a nuestros dulces de una textura y un sabor inigualables y además de esta maravillosa tarta hay otros muchos ejemplos como los bizcochos de calabacín (de los más esponjosos que jamás he probado) o el beet bundt cake (si, los que sabéis inglés habéis entendido bien, un bundt de remolacha, totalmente exquisito).

¿Os interesa conocer la receta de algunos de estos dulces? Ya sabéis que me encantan vuestras sugerencias y sin ir más lejos, esta receta me la pidió Eva en el Facebook de Mi Laboratorio, así que para ella va esta exquisita receta.

Comenzaremos con el bizcocho.

INGREDIENTES (para un molde de 24 cm, aunque yo hice una mini tarta en un molde de 16 cm y el resto lo emplee para 6 magnificas magdalenas).
-130gr. de mantequilla derretida.
-200gr. de azúcar moreno.
-1 cucharadita de postre de canela molida.
-Una pizca de nuez moscada molida.
-Leche.
-2 huevos (yo usé "L").
-170gr. de zanahorias ralladas.
-50gr. de nueces.
-200gr. de harina integral.
-3 cucharaditas de postre de levadura en polvo.
-Una pizca de sal.

Mezclamos la mantequilla, la canela, la nuez moscada, la zanahoria, el azúcar y los huevos previamente batidos. Os dará como resultado una masa bastante espesa.

Unimos a la masa la harina, la levadura y la sal, todo previamente tamizado. También uniremos las nueces, picaditas pero no en trozos muy pequeños, que luego se noten en el bizcocho.

En este momento, la masa está muy, muy espesa. Casi imposible de trabajar. Por esto procederemos a añadirle la leche en cucharadas soperas, hasta que os parezca que la masa se aligera una vez mezclada. Yo le puse 5 cucharadas.

Precalentamos el horno a 180º y mientras, vertemos la masa en el molde o moldes, engrasados y con un poco de harina. Tened cuidado porque es muy característico de este bizcocho que forme una costra dura que forma parte de su encanto, así que no os fiéis de su aspecto, pues puede estar hecho por fuera y crudo por dentro. En una hora suele estar listo, aunque como siempre, depende del horno.

Una vez horneado, lo dejaremos enfriar y ya tendremos el bizcocho. Como os he comentado por si mismo, esta riquísimo. Pero si queréis mejorarlo, ahí va el frosting.

INGREDIENTES (es el mismo tipo de frosting empleado en ésta receta, pero con las cantidades alteradas pues la textura que queremos conseguir es diferente).
-200gr. de creso tipo philadelphia (yo usé del mercadona).
-50gr. de azúcar glass.
-2 cucharadas soperas de nata líquida de la de montar.

Mezclamos todos los ingredientes tras lo que batiremos enérgicamente la mezcla con las varillas eléctricas hasta conseguir una crema.

Decoraremos por encima o si queréis también podéis partir el bizcocho por la mitad y rellenar con la crema. A mi particularmente me gusta más solo por encima. Luego, meted la tarta en el frigo hasta que endurezca, y ya tenéis vuestra tarta.

Espero que os haya gustado y sobretodo espero que probéis a hacerla en casa y luego, nos lo contéis a todos en Mi Laboratorio.

Un gran saludo desde Mi Laboratorio.

PD: las fotos son un tanto caseras pero tan deliciosas...

¿Queréis ser seguidores de Mi Laboratorio?

Voy a hacer un inciso en la repostería, porque muchos de vosotros me estáis preguntando como podéis haceros seguidores del blog (necesario para escribir en las entradas, por ejemplo) Así que si os parece bien, voy a intentar hacer un tutorial para que os resulte más sencillo.

1. Lo primero, es tener una cuenta google (@gmail) o yahoo. Si ya la teneis, pasad al punto 2.
Si no teneis, os explico como se hace una cuenta google, que es la más fácil. Vais a la página principal de google y le dais a gmail.

Luego le dais al boton rojo, crear una cuenta.

Ya solo os quedará rellenar todos los datos y ya tendréis lista vuestra cuenta de google.

2. Con vuestra cuenta de google lista, vais a mi blog y en la parte derecha encontrareis un apartado que se llama "Seguidores de Mi Laboratorio". Pinchais donde pone, "Participar en este sitio".

Ya solo tendréis que seguir las instrucciones y ¡¡listos!! Ahora ya formáis parte de Mi Laboratorio :D

Muchísimas gracias por vuestro interés y no reirse de mi gran arte con el paint...(jeje)

Si tenéis cualquier duda, podéis escribirmela en el facebook o en el correo.

Un gran saludo desde Mi Laboratorio.

Hombrecillos de jengibre (Gingerbread men)

¡Pues por fin la navidad ha llegado a mi laboratorio!

Y que mejor manera de celebrarlo que con estos hombrecillos (realmente hombrecillos, mujercillas y casitas) de jengibre. Estás galletas, son menos conocidas en España pero seguro que a todos os suenan de las películas y series anglosajonas.

A mi me encantan sobretodo por su sabor. El toque del jengibre hace de ellas una galleta no muy dulce (pan de jengibre es la traducción literal), gorditas y con una textura que particularmente me encanta. Además son tan vistosas...un regalo perfecto para estas fechas, pues las podemos meter en una bolsita de celofán y quedaran muy bonitas.

Las galletas de jengibre se vienen realizando desde el siglo XV en inglaterra. Se piensa que su origen está en la corte de la reina Isabel I, que obsequiaba a sus visitas con "mujercillas de jengibre" a su imagen y semejanza. En la actualidad, también sirven como obsequio en los países anglosajones, realizándose normalmente en formas humanas (el hombrecillo y la mujercilla), en forma de casas y, en menor medida en formas navideñas como copos de nieve o los clásicos bastoncillos de caramelo.

En cuanto a su decoración suele realizarse con Glasa Real de manera más común, aunque también he visto gingerbread men con cobertura de chocolate o de fondant.

Os animo a que las hagáis vosotros mismos, es una receta muy entretenida y que aporta una gran satisfacción cuando se termina. así que allá vamos:

INGREDIENTES para las galletas (para unas 22-24 galletas no muy grandes).
-120gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
-120gr. de azúcar moreno.
-1 cucharada sopera de miel.
-1 cucharada sopera de zumo de naranja.
-240gr. de harina.
-1 cucharadita de postre de levadura en polvo.
-2 cucharaditas de postre de gengibre molido (también podéis poner jengibre fresco o confitado).
-1/2 cucharadita de postre de canela molida.
-1/2 cucharadita de postre de nuez moscada molida.
-Cortadores de galleta en forma de hombrecillo, mujercilla y casas o las que prefirais.

Comenzaremos batiendo la mantequilla con el azúcar moreno hasta obtener una especie de pomada*.

A esto le agregamos la miel y el zumo de naranja y seguiremos batiendo (a mano o a máquina, da igual).

Luego tamizaremos la harina y la levadura y lo añadiremos a nuestra masa junto con las especias, hasta que quede todo homogéneo. Es probable que la masa no os quede compacta. Si os sucede esto, añadirle un poco de leche o más zumo poco a poco hasta que quede una masa ligada.

Cuando tengamos la masa bien compacta, hacemos una gran bola con ella y la envolvemos en film, siendo muy importante que no quede abierto. Si hace falta, le ponemos varias capas de film. La meteremos en el frigo durante un par de horas.

Transcurrido este tiempo, la sacamos y la extendemos con un rodillo, haciendo las formas con los cortadores.

Precalentamos el horno a 180º y una vez caliente, metemos las galletas que quepan en la bandeja (dejando algo de espacio entre galleta y galleta) y las horneamos unos 10 minutos. Repetimos la operación hasta haberlas horneado todas.

Antes de decorarlas, tendremos que dejarlas enfriar muy muy bien, el máximo tiempo posible.

Pasaremos pues a decorarlas.

INGREDIENTES para la glasa real:
-1 clara de huevo (si es pasteurizada mejor).
-250gr de azúcar glass (muy importante que sea industrial, del que se compra ya hecho)**.
-2 cucharadas soperas de zumo de limón.
-Colorante alimentario mejor si es en gel (yo usé verde y rojo)

Montamos la clara a punto de nieve hasta que este bien montada (si le das la vuelta al recipiente y no se cae ni una gota, estará bien montada).

Vamos añadiendo el azúcar glass y lo vamos incorporando a la clara con una lengua, moviéndola para unir los ingredientes. Vamos alternando poner el zumo de limón con el azúcar glass y mezclando con la lengua hasta que se acaben los ingredientes.

Tiene que quedar la textura del yogurt líquido. Si os queda más espeso, id poniendo gotas de agua pero con cuidado. Ponéis dos gotas, removeis y así sucesivamente hasta obtener la consistencia adecuada.

Dejáis reposar una media hora para que las burbujas desaparezcan del todo y la separáis en las partes que queráis para colorearla.

Meteis las diferentes glasas en diferentes mangas pasteleras o en biberones (lo que tengáis con boquilla más fina) y vais decorando como queráis.

Dejamos secar la glasa un par de horas y ¡ya las tenemos listas!

Espero que os animéis a hacerlas y que me conteis que tal os ha salido.

Un gran saludo desde Mi Laboratorio.


*Muchos me preguntais como se bate la mantequilla con el azúcar. Depende mucho de cuanto "a temperatura ambiente" esté la mantequilla. Si está muy muy blanda, yo directamente la bato con la varilla eléctrica. Si no está tan blanda, primero ligo un poco la mantequilla con el azúcar con un tenedor, como si estuviera haciendo puré y luego ya le doy con la varilla eléctrica.

**El azúcar glass lo podéis hacer en casa triturando azúcar normal y lo podréis emplear para casi todas las recetas. Pero para hacer glasa es MUY IMPORTANTE que sea industrial, si no no os saldrá la glasa deseada.

PD: Haré una entrada solo para la Glasa Real con el paso a paso y con fotos, ¡atentos a Mi Laboratorio!

Magdalenas "de las de toda la vida"

Esta entrada se la dedico a Alba y a Simón. Alba es una amiga mía que es una gran cocinera-repostera y hace las muffin de arándanos más ricas que yo he probado nunca. Tanto es así, que todo el mundo le reclama una y otra vez que las hornee...y el otro día hablando del tema, se quejaba Simón de que, muy buenas las muffins, pero que a el lo que le gustaba era la típica magdalena detodalavida, la que se puede mojar en el cola-cao...Así que para ellos (para que una las cocine y el otro se las zampe), he recuperado esta receta, una vez más, VUELTA A LO CLÁSICO.

¿Sabíais que en repostería se emplea la receta de la magdalena desde mediados del siglo XVIII? Como no, fueron los franceses, los reyes de la repostería los que las inventaron. Las madeleines (que nombre tan precioso, por cierto), provienen de la región de Lorena y se piensa que fueron obra de una cocinera de nombre Madeleine (como no podía ser de otra manera) que estaba al servicio del rey de Polonia.

En un principio, estas tenían una preciosa forma de concha y no obstante, hoy en día esta forma se ha vuelto a poner de moda, por lo que hay moldes con ella que dan un resultado muy vistoso. Pero actualmente, las mas conocidas son las de la forma tradicional (¿comparable a que? ¿a champiñón? no sé, ¡a magdalena! jeje), las alargadas (también llamadas magdalenas valencianas) y las cuadradas.

Pero si por algo se han hecho populares las magdalenas es por su presencia en la novela de Marcel Proust, "En busca del tiempo perdido" ("Por el camino de Swann"), en la que el narrador "visualiza" su infancia tras oler y comer una magdalena mojada en té.

¿No os pasa a vosotros (en menor medida, claro) un poco que volveis a vuestra infancia con las magdalenas? A mi mucho, me transportan a mi infancia irremediablemente: las magdalenas industriales (del tipo bella easo, para que me entendais) me recuerdan a mi madre, que las desayunó durante muchos años; las caseras, grandes y con su azúcar, a mi padre, que aún hoy en día las desayuna y que me descubrió que se podían congelar sin problemas; y por último las valencianas a mi abuelo paterno, que aunque ya no está, desayunó este tipo de magdalenas toda la vida.

Y vamos con la receta, que a base de recuerdos, no llegamos a ninguna parte.

INGREDIENTES:
-2 huevos (yo suelo usar L).
-175gr de azúcar.
-60ml de leche.
-190ml de aceite de girasol.
-210gr de harina.
-5gr de levadura en polvo.
-1/2 cucharadita de postre de sal.
-1 cucharadita de postre de esencia de vainilla.
-Cápsulas de papel para magdalena.

Batiremos los huevos con el azucar hasta que tengamos una masa esponjosa. Lo podemos hacer con las varillas electricas o manualmente.

Luego, poco a poco vamos añadiendo la leche, el aceite y la vainilla todo sin dejar de batir hasta que se integre.

Incorporamos la harina, la levadura y la sal, todo tamizado y batimos enérgicamente hasta obtener una masa homogénea.

Verter la masa en una bolsa de plástico o en una manga pastelera y meter en el frigo. Tenerla reposando durante el mayor tiempo posible, mejor si es de un día para otro.

Al díá siguiente (o cuando podáis), precalentar el horno a 200º y mientras llenar las cápsulas. MUY IMPORTANTE. Si las ponéis tal cual, os saldrán deformadas. Igual de ricas pero más feillas, así que mi consejo, que metáis las cápsulas en un molde rígido para magdalenas, flanes, etc.

Llenamos las cápsulas entre la mitad y 3/4 de la capacidad. Yo no lo puse en esta ocasión, pero si queréis que tengan el típico azuquillar por encima de las magdalenas clásicas es ahora cuando lo añadireis. Y como recomendación, experimentad poniendole, en vez del azúcar blanquilla, azúcar moreno o azúcar avainillado. ¡Delicioso!

Cuando el horno esté caliente, lo bajamos a 180º y metemos las magdalenas 30 minutos. Transcurrido ese tiempo, lo dejamos enfriar en el molde y cuando ya no quemen las sacamos a que terminen de enfriar, si puede ser sobre una rejilla.

Ya me direis, ¿a que saben como las de siempre? ¿es esta vuestra receta habitual de magdalenas "de toda la vida"? ¿No? comparte tus ideas con todos los seguidores de Mi Laboratorio y recordad, que mi blog se nutre de vuestras aportaciones.

Un saludo desde Mi laboratorio.

Tarta de chocolate y nubes para María.

El día 2 de diciembre fue el cumpleaños de mi gran amiga María y tuve el enorme privilegio de ser la encargada de realizar la tarta para tan magno evento.

De María solo se podrían decir cosas buenas. Salvo una pequeña mácula...una adicción que todos conocemos. Si, María es adicta...AL CHOCOLATE!!! jeje. Y claro, ¿que otra tarta podría hacerle más que una que fuera de chocolate por fuera, por dentro y por el centro?

Me consta que a la cumpleañera le encantó. E imagino que al resto también, pues no quedó ni una migaja. Doy fe de que estaba muy muy rica. Y pese a tanto chocolaterio, no especialmente empalagosa, pues el bizcocho es muy esponjoso y la crema...mmm, la crema.

Pero ya vale de charlar, y vayamos a la receta. Como siempre, recomiendo hacer el bizcocho el día de antes. Sobretodo cuando se trata de bizcochos que hay que cortar por la mitad, pues es más fácil hacerlo cuando la miga está asentada.

La receta está tomada de Mi dulce tentación, una web de cocina con mucha trayectoria y muy recomendable.

Para el bizcocho:

INGREDIENTES ( para un molde de 20 cm).

-120gr de mantequilla (a temperatura ambiente).

-240gr de harina.

-250gr de azúcar.

-40gr de cacao en polvo sin azúcar.

-1 cucharadita de postre y media de levadura en polvo.

-1 cucharadita de postre y media de bicarbonato.

-2 cucharaditas de postre de esencia de vainilla.

-250ml de agua hirviendo.

-1 cucharadita de postre de sal.

-2 huevos (yo usé XXL).

-250ml de leche (yo usé desnatada, aunque lo ideal siempre es usar leche entera).

En un bol, mezclamos la mantequilla con el azúcar, hasta que tome una consistencia como de pomada.

Añadimos los huevos uno primero, mezclamos hasta que quede uniforme y luego el otro y mezclamos hasta que quede uniforme.

Tras esto tamizamos en otro bol el cacao, la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal y preparamos la leche y la esencia de vainilla. Añadimos el bol del cacao, etc, al bol de la mantequilla poco a poco y alternándolo con la leche y la vainilla.

Mezclamos lo que podamos, porque estará muy espeso e iremos añadiendo el agua hirviendo, uniéndola, ahora si, completamente a nuestra masa, hasta que quede una muy líquida (las masas líquidas suelen dar como resultado bizcochos tiernos y esponjosos).

Engrasamos el molde y precalentamos el horno a 180º. Volvamos la masa en el molde, y una vez caliente el horno lo metemos 60 minutos. Pasado este tiempo lo dejaremos enfriar aun dentro del molde y si puede ser en una rejilla. Luego lo desmoldamos una vez frío y lo reservamos hasta el día siguiente.

Pasamos ahora a la crema de chocolate y la decoración.

INGREDIENTES:

-225gr de mantequilla (a temperatura ambiente).

-5 cucharadas de leche.

-40gr de cacao en polvo sin azúcar.

-100gr de azúcar glass.

-1 cucharadita de postre de esencia de vainilla.

-Nubes de chuchería.

Batimos la mantequilla, mejor con unas varillas eléctricas o batidora, hasta que esta quede tipo crema o pomada. Agregamos el azúcar glass y el cacao, ambos tamizados, la leche y la esencia de vainilla. Lo mezclamos todo, primero manualmente y después con las varillas eléctricas o batidora, hasta que quede muy cremosa. Es probable que necesitéis añadir más leche para conseguir esta consistencia. Hacedlo, pero muy poco a poco para no pasaros.

Realizado todo esto, cortamos el bizcocho por la mitad. La mejor manera de cortar un bizcocho por la mitad es con un cuchillo de sierra cuya hoja sea mayor que el diámetro del bizcocho. Nos puede hacer muy bien el apaño los típicos cuchillos grandes para cortar el pan.

Rellenamos pues el bizcocho con la crema y lo cerramos. Pasamos a cubrir toda la tarta con la crema. Para que el resultado de esparcir la crema sea más satisfactorio en caso de encontrarnos con una cobertura tipo crema, lo mejor es poner la crema sobre la tarta e ir "untando" por toda la superficie y por los bordes con una espátula de repostería (es como un cuchillo grande sin dientes y redondeado). Si no tenéis podéis usar cualquier cuchillo grande liso sin dientes, la parte trasera de un cuchillo grande normal o una lengua. Lo importante es que quede bien liso para que el resultado sea más bonito. Pero no os asustéis que el resultado final (el asentamiento de la crema total) no se aprecia hasta que no se ha enfriado.

Una vez cubierta toda la tarta, cortamos las nubes en pequeñas rodajas y las vamos colocando por la tarta, como nos vaya gustando más. 

Terminada, se mete en el frigo para que endurezca, cuanto más tiempo mejor.

Y ya la tenéis! Espero que probéis a hacerla y que me conteis que tal vuestra experiencia.

¡Un gran saludo de Mi Laboratorio!

Clásico bizcocho de yogurt o bizcocho 3, 2, 1.

Os preguntareis por que pongo esta receta que es archiconocida y que deben ser pocas las personas que no la hayan cocinado alguna vez.

Pues tengo dos motivos fundamentales para ello. Por un lado, hay mucha gente que lee mi blog y que justo ahora se está adentrando en el maravilloso mundo de la repostería. Es para ellos para los que la publico. Pero también era mi intención publicarla porque es la base de muchas recetas que pondré y siempre esta bien tenerla para usarla de enlace para las ocasiones que se nos presenten.

La facilidad de esta receta radica sobretodo en que todas las medidas se basan en el recipiente del yogurt, por lo que no hace falta tener báscula, lo que agiliza bastante el proceso. Otra ventaja que tiene esta receta es que, no solo puede servir como base para cualquier tarta o elemento de repostería que tengamos que hacer (como los cake pops que pronto publicaré), sino que se puede modificar todo lo que queramos, con exquisitos resultados. Por ejemplo le podemos añadir trocitos de manzana y canela, puré de plátano, chips de chocolate, esencia de vainilla...casi todo lo que se nos ocurra.

Como he comentado la clave de esta receta está en el yogurt (y su recipiente). En la mayoría de las recetas podréis ver que se emplea yogurt de limón. Yo la verdad es que he probado esta receta con casi todos los yogures habidos y por haber (de sabores, con trocitos de frutas, con trocitos de chocolate, natural...) pero hace ya un tiempo que lo hago con el yogurt griego azucarado y es sin duda la opción que más me gusta. Me parece que así la textura es mejor y el sabor, más a bizcocho del clásico.

Vamos pues con la receta, ¡vamos a volver a lo básico! 

INGREDIENTES (para cualquier molde).

-1 yogurt griego azucarado.

-1 medida del yogurt de aceite de girasol.

-2 medidas de yogurt de azúcar.

-3 medidas de yogurt de harina.

-3 huevos ( yo los usé L)

-1 sobrecito de levadura.

Este bizcocho se puede hacer poniendo todos los ingredientes a la vez, aunque yo prefiero hacerlo por el orden que ahora os enseñaré. También se puede hacer con batidora eléctrica, pero una vez más yo prefiero hacerlo manual, me gusta más la textura que queda.

Por tanto, mezclaremos en un bol primero todos los ingredientes húmedos, mezclando cada vez que echamos uno nuevo. Ponemos los huevos, luego el yogurt y mezclamos ambos ingredientes. Añadimos el aceite y mezclamos de nuevo.

Comenzaremos ahora con los ingredientes secos. En el mismo bol, sobre lo que ya tenemos, primero el azúcar y mezclamos, luego la harina y la levadura tamizadas, y mezclamos.

¡¡Y ya está!! Precalentamos el horno a 180º y una vez caliente, horneamos 30 minutos. Dejamos enfriar un poco en el molde, y ¡a disfrutar! Acompañado de leche fría en la merienda o el desayuno, este bizcocho de esponjosa textura, nunca os defraudará.

Un gran saludo desde Mi Laboratorio, y animaros ha probarlo en casa y luego me lo contáis.