Por fin es SABADOOOOOOO. La alegria que da levantarse por la mañana y darte cuenta que ya es fin de semana, dos días por delante para poder hacer muchas cosas o muy pocas. ¡Pero las que queramos!
¿Y que mejor manera de celebrar el que es mi día preferido (y quizá el de la mitad de la población, jeje) con el cierre (por ahora) del ciclo de recetas de galletas decoradas?
En la primera parte, tratamos la masa. En la segunda, una genial manera de decorar las galletas, la glasa real. Y ahora por último trataremos la forma más popular de decorar las galletas: el fondant.
Según wikipedia, el fondant es una pasta laminada empleada como recubrimiento de ciertas preparaciones. Y efectivamente, eso es lo que es. Pero para entendernos mejor os diré que es una pasta muy flexible que, fuera del ámbito culinario podría asemejarse muchísimo a la plastilina que usan los niños para jugar modelando. Se emplea, entre otras cosas, para cubrir y decorar tartas, cubrir y decorar cupcakes, decorar galletas y modelar figuras increíbles que normalmente sirven como colofón decorativo a tartas muy sorprendentes.
Si hace 10 años os hubiera preguntado por el fondant, muy posiblemente, no hubierais sabido de que os estaba hablando. Como mucho, os hubiera recordado a las tartas nupciales tan espectaculares que vemos en las películas anglosajonas. Pero de un tiempo a esta parte (unos pocos años), el fondant es también uno de los elementos de repostería creativa más conocido en nuestro país.
Para los que vayáis a experimentar con este material, una advertencia: ¡¡es tremendamente adictivo!! Cuando has decorado algo con fondant, ¡¡ya no podrás parar!!!! Por eso os digo que esta es la primera, pero no la última vez que veréis fondant y más fondant en Mi Laboratorio.
En este caso os presento unas galletas que hice para el Día de San Valentín. He de decir que gustaron mucho y que yo me lo pasé como una enana haciéndolas.
INGREDIENTES:
- Galletas de mantequilla (la receta la tenéis aquí).
- Fondant*.
- Cortadores y moldes (usad la imaginación, las posibilidades son infinitas!!).
- Un pequeño recipiente con agua.
- Una plancha de silicona o papel de horno.
- Un rodillo (mejor si es especial de fondant porque así no se pega).
Haremos las galletas con antelación, mejor de un día para otro, para que estén bien frías y asentadas.
Esto es muy importante. Decorar con fondant es divertido, pero es una labor que lleva tiempo y esfuerzo, así que yo os recomiendo que lo tengáis todo a mano, para no tener que estar buscando las cosas en mitad del proceso. También está bien tener pensada la decoración, aunque siempre se pueden improvisar algunos detalles.
Colocais la plancha de silicona o el papel de horno en vuestra mesa habitual de trabajo.
Amasáis un poco el fondant que vayais a usar (igualito que la plastilina) y estiráis con el rodillo en caso de que queráis emplear un cortador. O simplemente vais modelando o metiendo en los moldes en el caso de que sea esa técnica la que vayáis a emplear.
Una vez tengáis hechos los elementos decorativos, los pegaremos a la galleta. Para esto, humedecéis ligeramente la yema de un dedo (o un pincelito) y humedecéis con el ligeramente la parte del fondant que se vaya a pegar en la galleta. Es importante que no mojéis mucho el fondant. Solo ligeramente humedecido.
Colocamos entonces el fondant en la galleta y presionamos muy ligeramente (¡ligeramente! ¡que si no se os espachurrará!).
Lo dejaremos secar como un par de horas y luego lo meteremos en un recipiente hermético (una lata es lo mejor en mi opinión).
¡¡Y ya tenéis vuestras galletas!! No es solo que estén ricas, que lo están y mucho. Si no que es un detalle muy muy bonito para cualquier ocasión.
Probadlas y me contáis y por supuesto, si tenéis cualquier pregunta sobre el fondant, o sobre cualquier otro elemento, no dudéis en contactarme.
Por último, quería comentaros una buena noticia para nuestro laboratorio. Con la intención de ser cada día más y más modernos (jeje) y sobretodo más visibles, Mi Laboratorio de Azúcar por fin está en Twitter!! Así que os invito a todos y espero que os guste!
¿¿Os gustaría que Mi Laboratorio estuviera en otras redes sociales?? ¿¿Sugerencias??
Un gran saludo desde Mi Laboratorio.
PD: Muchas gracias desde aquí a mi gran amiga Ana, sin la cual todo esto no sería posible :)) .
PD2: Tenemos muuuuuchas fotos de estas galletas y no todas las podía poner en el blog. Así que estad atentos a nuestras redes.
*El fondant se puede hacer casero. Es un trabajo bastante laborioso y el resultado no es tan tan bueno, pero se puede hacer. Seguid atentos a Mi Laboratorio para conocer la receta.
Lo más "cómodo" es comprar el fondant industrial. Los formatos más habituales que encontrareis son ladrillos de 250gr y de 1kg. Blanco y de colores. El fondant blanco es más barato. Y se puede teñir. Así que yo suelo teñirlo con los colorantes alimentarios en gel que empleo para otras recetas. Ahora bien (y esto es importante), hay ciertos colores que son muuuy difíciles de conseguir mediante el teñido. De los que yo he probado, el rojo y el negro, a mi me ha resultado casi imposible conseguirlos. En estos casos, es mejor comprarlo, porque gastaréis muchísimo colorante y no os saldrá rentable económicamente. Con el resto de colores no tendréis problema.
Si os ha sobrado fondant, envolverlo bien en film y os aguantará muuucho. Cuando lo volvais a usar, notaréis que está duro. Amasadlo un poco y volverá a su ser, listo para ser usado.
¿Sabéis donde podéis comprarlo? Si no lo sabéis ¡preguntadme!
